jueves, 2 de julio de 2015

      REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA   UNIVERSIDAD
 NORORIENTAL PRIVADA
“GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”
UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO







LOS VALORES Y EL COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL
(Unidad III)




      Facilitador: YOJAILER STELLER
     Participante: ALEXANDER SERRANO
     C.I: 12551952




                                                          Barinas; Julio de 2015

Las organizaciones  o instituciones están compuestas  por individuos que funcionan en forma coordinadas para alcanzar sus objetivos y metas establecidas para su funcionamiento, en tal sentido las personas que la integran tiene que tener claro el sentido de pertenencia  con los principios que rigen a la organización , por ello no hay cabida a los intereses individuales sino a los colectivos. De allí la importancia de tener una  gama de valores que la conforman a objeto de, evaluar e interpretan su entorno y sentirse parte de ella.
 Dentro de esta perspectiva, el ambiente laboral de una organización es una oportunidad  que debe crear condiciones que generen mayores expectativas a los trabajadores de la misma, lo contrario puede ejercer una particular influencia rigurosa y desmotivadora sobre los resultados  de los miembros de la institución. El clima intersubjetivo laboral  tiende a ser interpretado como los aspectos conductuales, individuales y/o grupales, que adoptan los miembros de una organización y que se “respira” en forma positiva o negativa en el ambiente laboral.
Al respecto, Kreinter  (2003), señala que esas conductas dentro del ambiente laboral son un conjunto de aspectos formales que existen en toda organización y que son considerados visibles, por cuanto se observan con facilidad.
Sin embargo, de manera general, en las organizaciones se tiende a no considerar el hecho de que el Talento humano, o los miembros de ella, son los que en primera instancia deben asimilar o percibir en forma positiva los aspectos visibles referidos, para que de esta manera, se pueda generar la identificación y compromiso con la institución y con el logro de los objetivos. Con base en la mucha o poca información que se disponga, las personas se forman una imagen y tienden a adoptar actitudes que reflejan cómo se sienten en relación con lo que están viviendo dentro de la organización.
De esta manera, se presume que en toda organización existen condiciones estructurales y procesos que ejercen influencia en la conducta de sus miembros y que generan el ambiente interno donde se deben lograr los objetivos de la organización y la de sus individuos. Teniendo como marco lo anteriormente expresado, de manera específica, se pretende en estudiar la influencia de los valores y actitudes en el campo laboral, como respuesta a los factores formales organizacionales.
La interpretación más general de lo que es el ambiente interno se relaciona con el hecho de conocer y comprender la importancia de los valores. Sin embargo, al revisar definiciones de diversos autores, se aprecia el hecho de que no existe una variedad de definiciones e interpretaciones al respecto, sin embargo las relaciones interpersonales con cada uno de los individuos que hacen vida en una institución, se puede establecer que las personas somos diferentes y en el reconocimiento de esas diferencias reside el éxito personal y por consiguiente el de la organización.
 Los valores son entendidos como la gama de virtudes y potencialidades que cada individuo posee y que lo identifica como ser único, lo que pudiera denominarse como el conjunto de actitudes personales. Por otra parte, existen algunos estudiosos que describen tres tipos de valores:
·         Personales: unidad familiar, felicidad, honradez, responsabilidad, entre otros.
·         Profesionales: prestigio, reconocimiento.
·         Éticos: paz, armonía, justicia, entre otros.
De acuerdo con lo planteado por Esclarin (2008) las instituciones educativas deben desarrollar todas sus potencialidades llegando a destacarse por su alto nivel académico como una vocación de servicio para humanizar a la sociedad, es desde la educación donde se fomentan los verdaderos valores y formando sujetos con gran sentido de pertenencia social y con un nivel de compromiso ético para la socio productividad.
Por consiguiente siendo los valores inherente a todo ser humano, el docente viene a ser el inspirador, desvelador y el facilitador del fluir de esos valores en los educandos. Asimismo es el líder que orienta los procesos de enseñanza aprendizaje tiene la misión de buscar la excelencia humana. Cuando en una organización educativa se consideran los valores humanos, todos los integrantes serán transformados desde su interior y las acciones surgirán desde el bien común y no desde el hacer el trabajo por cumplir una obligación.

En consonancia, a lo planteado no se puede ver la organización de una empresa en partes debe verse como un todo, como una unidad, entonces lograremos comprender el verdadero sentido social de la organización, es decir cada uno debe querer el bienestar para todos, así habrá armonía en la organización.
 En tal sentido los valores son importantes al estudiar el comportamiento organizacional porque pone los cimientos de la comprensión, las actitudes y la motivación. Las personas ingresan a una institución con percepciones previamente concebidas sobre lo correcto o incorrecto, es decir se fundamentan en  una estructura de valores y actitudes.
Harris  (2004).  Señala que las actitudes son predisposiciones aprendidas para responder de manera constante bien sea favorable o desfavorable hacia un objeto dado. Ellas afectan el comportamiento en un nivel distinto al de los valores. Mientras estas son diferencias globales e influyen en el comportamiento hacia objetos, personas o situaciones específicas, así mismo,  la armonía entre los valores y las actitudes dependerá de la cultura organizacional y el comportamiento de los individuos. Cuando se incorporen los valores humanos en la cultura organizacional como disciplina del pensamiento , se lograra un espacio en las instituciones lleno de empatía y sinergia hacia el ser humano como ser integral, a tal fin de expresar una actitud positiva hacia el buen trabajo generando satisfacción del empleo, participación activa del personal y compromiso con la organización.
Por consiguiente, la motivación es lo que hace que el individuo actué y se comporte de una determinada forma. Es una combinación de procesos intelectuales, fisiológicos y psicológicos que lleva al ser humano a realizar o satisfacer el conjunto de sus necesidades y el logro de metas.
Por consiguiente el buen gerente hace todo lo posible para que sus colaboradores estén motivados, ya que de su rendimiento depende la calidad y el progreso de la organización, para ello la clave está en reforzar los comportamientos positivos y debilitar los comportamientos desfavorables. Uno de los principios más importantes es el valor de conservar y desarrollar el autoestima de los individuos que forman parte de la institución, para ello el gerente debe desarrollar los siguientes principios: pedir ayuda, escuchar activamente, reconocer lo positivo y centrarse en la conducta. La teoría de las necesidades se centra en lo que requieren las personas para llevar vidas gratificantes, en particular con su vida laboral, siempre busca su realización y tiene la expectativa de ser valorado por el buen trabajo, su experiencia laboral, su eficiencia y eficacia como trabajador al servicio de las metas institucionales.
Según Barner (2002) las relaciones interpersonales “incrementan la confiabilidad del liderazgo y la unión de sus miembros, aumentando la motivación, el reforzamiento de habilidades y de los valores”. De ésta se deduce, que la satisfacción se puede lograr si las relaciones entre el personal administrativo y el resto de los miembros que forman parte de las universidades, se desarrollan de manera responsable y comprometida; en sintonía con la productividad de la organización. 
Cuando existen amenazas, gritos, malos tratos y manera descortés de enfrentar las controversias, dicho personal pierde la perspectiva y la creatividad para lograr las relaciones entre directivos, docentes y personal administrativo. Por tanto, puede afirmarse que las relaciones interpersonales, dentro y fuera del trabajo, tienen un lugar importante en la gerencia laboral. El estatus laboral  proporciona en el trabajador el sentimiento de formar parte de un sistema en el cual el desarrollo profesional y personal sea importante y donde se reconocen las aptitudes, habilidades y potenciales de las personas. 
Es pertinente destacar que los términos estatus y posición son tan parecidos que suelen intercambiares. Al respecto, Feldman (2003), afirma que el status en los grupos formales se basa, por lo general, en la posición ocupada en la organización formal, mientras que en los grupos informales el status puede estar basado en cualquier objeto relevante para el grupo. En consecuencia, el estatus asignado puede no tener nada que ver con el nivel jerárquico formal.





BIBLIOGRAFIA
Esclarin P.( 2008) Educar para humanizar. Caracas Venezuela Editorial San Pablo.
Harris, O. (2004). Administración de Recursos Humanos. México. Editorial Limusa-Noriega. 
            Feldman, O. (2003). La Conducta en las Organizaciones. México. Editorial McGraw-Hill. 

Barner, T. (2002). Cómo lograr el Liderazgo Exitoso. México. Editorial McGraw-Hill.

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