jueves, 2 de julio de 2015

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA “GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”
UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY.
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
PROGRAMA DE MAESTRÍA
MENCIÓN GERENCIA EDUCATIVA.
BARINAS EDO. BARINAS.









PROCESOS INDIVIDUALES Y GRUPALES QUE ARTICULAN EL
COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS





Participante:                    
                                                                                                       Espinoza Rosalia



Barinas, julio de 2015.

EL CONFLICTO Y SU RESOLUCIÓN


En las organizaciones tanto del sector público como privado, el logro de los objetivos y cumplimientos de metas es fundamental, como también las buenas relaciones interpersonales, así como un armónico clima organizacional. Todos estos aspectos hacen que la organización tenga proyección y el recurso humano experimente un eficiente desempeño. Sin embargo, se ha evidenciado que en la dinámica organizacional se suelen presentar conflictos que afectan las actividades y por ende el ejercicio gerencial, lo cual se traduce en desequilibrios y baja productividad; aunado a ello deficiente cumplimiento en las funciones del personal.                        
 Por lo tanto, el conflicto es un elemento que siempre esta presente, tanto en una forma manifiesta como desapercibida, pero en la práctica ninguna institución está exenta de ella, razón por el cual, se debe estudiar y tener presente para abordarlo de la mejor manera posible. En el mismo orden de ideas, y concerniente al conflicto, existen diversas acepciones que en este sentido Robbins (2012),  sostiene que “es un proceso que se inicia cuando una parte percibe, que la otra la ha afectado de manera negativa o que está a punto de afectar de manera negativa, alguno de sus intereses” (p18). Es evidente que el conflicto es una respuesta que surge cuando los intereses de las partes o de un grupo se ve amenazado o afectado,  lo que conduce a que exista una respuesta que afecta al entorno y/o institución donde el mismo se gesta y desarrolla.                   
  Por otra parte, Coster (2009), plantea que el conflicto “se refiere a una situación en la que dos personas, no están de acuerdo con la forma de actuar de uno de ellos, o con que una de ellos tome decisiones “ (p72).
De acuerdo a esta apreciación, el conflicto es un desacuerdo ante un hecho o una situación, presentada o también ante una actitud o comportamiento, de tal manera, que la situación entre dos o más individuos o grupos con intereses contrapuestos se considera un conflicto cuando entran en confrontación. Por lo tanto, se puede decir que esta manifestación institucional y social, es un fenómeno complejo, que es objeto de análisis e investigación, de allí que entorno a este fenómeno se han elaborado teorías organizacionales que explican el conflicto, específicamente la teoría del conflicto.
En torno a este aspecto Coster (2009), sostiene que el conflicto responde, a una serie de elementos causales como lo es: las situaciones conflictivas donde se descubre que hay objetivos incompatibles en un mismo momento, existencia de actitudes conflictivas, donde los grupos e individuos perciben que hay predisposición, malos deseos, malas intenciones, que promueven el uso del poder para hacer daño, y otros elementos utilizados para satisfacer intereses, lesionando a una parte que a su vez responde y por último las conductas conflictivas que son actos negativos, identificados y medidos, siendo producto de las percepciones. Aunado a lo expuesto, otros elementos que promueven los conflictos, son condiciones ambientales, deficientes reivindicaciones, situación organizacional que involucra liderazgo, demandas del recurso humano, diferencias individuales, entre otros.
Los factores  señalados van contribuyendo a que se inicie el proceso de conflicto, que es la manera en que este se desarrolla.  En primer lugar, ante una situación conflictiva  diversos autores han desarrollado metodologías que adquieren una relevancia, en función de la naturaleza del problema o de la situación planteada. Por ejemplo, ante una problemática institucional o social, es pertinente que se tenga presente los estilos y las formas para manejar los conflictos.
En relación a los estilos son posturas asumidas, siendo una de ellas según la Universidad Nacional  de la Seguridad (UNES; 2013); la Evasión: la cual consiste en evitar el conflicto cuando éste es trivial, cuando las emociones están alteradas; La acomodación: es otro estilo que consiste en mantener relaciones armoniosas, al poner las necesidades de los otros sobre los propios. La Imposición: que consiste cuando una de las partes intenta satisfacer sus propias necesidades, aquí el compromiso con los otros no es fundamental. El Compromiso: existe una entrega por cada una de las partes, lo que logra ir solucionando el problema en forma progresiva y por ultimo, otro estilo es la Colaboración: donde todos buscan solucionar las necesidades, se basa en una discusión abierta, sincera de las partes.                                                                                                                   
Los anteriores estilos se conciben como posibilidades y alternativas ante situaciones que surgen donde pueden resolverse con la buena voluntad y un sincero interés compartido, esto se impone a la imposición.  Ahora bien, en la práctica muchas veces suelen presentarse conflictos, que requieren de metodologías y formas técnicamente elaboradas, así como de personas previamente formadas y conocedoras de las formas de resolución de conflictos. Por lo tanto, ante problemáticas organizacionales como un conflicto laboral, sanciones disciplinarias, huelga, discrepancias entre grupos, abuso de poder, entre otros, surgen formas, siendo algunas de ellas, la negociación, la mediación y el arbitraje. Sin embargo, el mejor mecanismo para resolver el conflicto, es la negociación, porque cuando se negocia un conflicto, existe mayor conocimiento sobre el problema, como también identificación con el pacto, ya que han trabajado en ello.               
 Otro aspecto relevante en el conflicto, consiste en su resolución, en este sentido ante una problemática especifica, como por ejemplo, un conflicto suscitado en la institución, por el no reconocimiento de la profesionalización (prima y/o ubicación en un área de mayor jerarquía), se plantea los siguientes aspectos:
Atendiendo a la apreciación de Petricone (2008); ante un conflicto es pertinente considerar lo siguiente:
En primer lugar, el problema es que es la dificultad que se necesita superar.  Un problema es un asunto del que se espera una solución rápida y efectiva. En este caso, se tiene del reconocimiento de la profesionalización. En segundo lugar, se debe tener presente como se va a manejar el conflicto, para ello se debe tomar conciencia del mismo, por lo tanto,  es necesario, manejar mecanismos de comprensión así como del método, siendo el mas efectivo a nivel institucional, la negociación. En tercer lugar, se debe tener presente las condiciones previas para el manejo del conflicto. En este sentido, hay que cerciorarse si ambas partes, están dispuestas a negociar, en este caso el patrono, gerente y los funcionarios adscritos a la institución, es decir, es preciso que exista un consenso entre ambas partes. En cuarto lugar, debe haber un reconocimiento de la existencia del conflicto a nivel personal y grupal, y como este afecta el clima laboral y desempeño, por lo tanto el reconocimiento despierta el interés en las partes implicadas.                                                   
En quinto lugar, las partes deben estar claramente identificadas en el manejo y para ello debe existir en la negociación ciertas destrezas y actitudes, como por ejemplo, la capacidad de reconocer a la otra persona, tal cual es, empatía, capacidad de escuchar, asertividad , creatividad, reconstruir nuevas relaciones, capacidad de llegar a un consenso.
Ahora bien, en relación al método, se adopta la negociación entendida como un proceso, que tiene lugar entre las partes sin ayuda, ni facilitación de terceros y no necesariamente implica disputa previa. Es un mecanismo de solución de conflictos, de carácter voluntario adecuada al problema tratado. Por lo tanto, para la negociación, son válidos los aspectos antes descritos, que tiene que ver con la identificación del problema, manejo del conflicto, condiciones previas, identificación de las partes y capacidad para el manejo.
En síntesis, se concluye que el aprendizaje y práctica en el manejo y resolución de conflictos, es de suma importancia para la buena marcha institucional y para garantizar el cumplimiento de objetivos y  metas, así como también un desempeño laboral eficiente.       
   
             

 


 

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