jueves, 2 de julio de 2015

Ensayo



UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA "GRAN MARISCAL DE AYACUCHO"

UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY

DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
MAESTRÍA EN GERENCIA EDUCATIVA



PROCESOS INDIVIDUALES  GRUPALES QUE ARTICULAN EL COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL.

Participante: 
Luzmar Masías

Barinas, julio de 2015




Procesos de grupos, equipo de trabajo, comunicación, liderazgo  manejo de poder.
El trabajo colaborativo  de un equipo cobra relevancia debido a la complejidad en la que están inmersas las instituciones, al enfrentar serios problemas de desigualdad, encontrar nuevas formas de gestión que superen métodos tradicionales de administración, a los efectos de desarrollar las competencias necesarias para enfrentar el futuro.
 A pesar de las dificultades estructurales, es imperante el trabajo en equipo, debido a que permite hacer frente a las numerosas demandas o necesidades que se deben satisfacer.  El trabajo en equipo implica la interacción entre los miembros del colectivo o de la organización para reflexionar críticamente sobre las prácticas, tomar decisiones sobre acciones de mejora o resolver problemas sobre la base de un objetivo común.
Tal  como lo señala Frigerio y Poggi, 2002, son varias las circunstancias  que obligan a una organización a conformar equipos de trabajo; sin embargo lo que generalmente marca el comienzo del trabajo colaborativo es la necesidad de alcanzar acuerdos básicos, ya sea sobre la misión y visión de la organización, sobre los métodos y estrategias  o sobre las formas de relacionarse,  entre otros tantos.
Fullan y Hargreaves(2004) realizan las siguientes consideraciones: 1.-Quienes participan en una situación compartida generan una autopercepción y unas expectativas creadas en común, a través del lenguaje y de los referentes que normalmente utilizan. 2.-La percepción así autoconstruida está relacionada con los significados que emergen a partir de la propia relación. 3.- Las culturas compartidas, las creencias comunes  las percepciones entre subgrupos, favorecen determinadas respuestas a los problemas más comunes  se convierten en recursos  fuentes de aprendizaje para los recién incorporados a la organización.
El lograr un trabajo en equipo y colegiado, permitirá el establecimiento de mayores vínculos entre los miembros de una organización y su dirección, para la elaboración de criterios de trabajo comunes, convirtiendo de esta manera a las instituciones en comunidades de aprendizaje, en centros de cultura de colaboración.
En estos casos, la gestión escolar es participativa, se caracteriza porque los miembros se involucran en tareas  proyectos comunes, que a su vez implican la participación de otras organizaciones, empresas, lo que aumenta el sentido de pertenencia  y contrarresta la soledad y la impotencia que generalmente sienten en la escuela en relación con su contexto.
  Entre los elementos que dificultan el trabajo en equipo, es la modalidad del trabajo en solitario, como lo plantea Hargreaves (2004), que viene siendo uno de los fenómenos que obstaculizan la implementación de una práctica colectiva de trabajo. En los cetros escolares esta modalidad de trabajo puede hacer referencia cuando las prácticas de aula están aisladas del resto de la escuela.
Otra dificultad estructural según Rodríguez (2000) se refiere a la falta de tiempo y espacio para el trabajo grupal; es decir, la enorme incidencia, por ejemplo, que tienen aspectos básicos como contar con un horario de coordinación común que facilite el encuentro o con un espacio físico adecuado para reunir a todo el equipo. Siendo esto causal de conflicto y que atenta contra las buenas intenciones de trabajar en forma colegiada.
 Entendiendo que un equipo de trabajo está signado por la colaboración   y el debate, por la compartimentación de las percepciones  y la confrontación de ideas en pos de la consecución de determinados objetivos, esa modalidad de trabajo requiere esfuerzos sistemáticos y permanente que le otorguen continuidad a los procesos; siendo necesario para ello vencer toda dificultad: en un primer momento clarificar los propósitos, establecer objetivos, acordar normas de funcionamiento, explicitar los principios y valores compartidos que actuaran como marco de referencia de la tarea colectiva.
Por ende, todo equipo de trabajo necesita un líder que oficie de coordinador referente a la tarea. Esa es la cabeza visible de la institución y habitualmente ejerce la función de coordinador. Sin embargo, algunas situaciones requieren que otros coordinadores apoyen la tarea del gerente, director como responsables de diferentes equipos de trabajo.
Generalmente la dirección es quien estructura la tarea grupal y define las funciones que tendrá a su cargo y de las cuales debe tener dominio, para una buena gestión, partiendo por clarificar el propósito de la tarea; definir los perfiles, roles y responsabilidades de los participantes del equipo; establece las primeras líneas de acción para desarrollar; explicitar las metas que se quieren lograr; fijar los tiempos con los que se cuenta para alcanzar dichas metas; negociar con el grupo las estrategias para implementar;  construir con el colectivo las normas de funcionamiento interno; promover la autoevaluación sistemática del funcionamiento del equipo.
 Es importante mencionar que los equipos no logran funcionar en forma eficiente desde el inicio, sino que pasan por un proceso evolutivo que es necesario conocer para impedir su estancamiento ante dificultades o problemas  y dirigirlo hacia los objetivos que se ha fijado alcanzar. En función a ello Goleman (2002) planea la importancia que adquiere el liderazgo del gerente, del director al apoyar a los grupos en su tránsito por las diferentes etapas  de madurez, en su evolución y desarrollo el grupo pasa por unas etapas o fases: la Inicial o de orientación, la de estructuración / crecimiento, la de maduración e integración del grupo y la etapa final.
En cada etapa el grupo debe aprender a enfrentarse a nuevas situaciones y problemas y a desarrollar nuevas habilidades y actitudes. El conductor debe conocer estas etapas y su papel a la hora de intervenir o no en el proceso que otorgue poder a los miembros para la realización de las tareas asignadas; preste especial atención a las relaciones interpersonales  y los elementos de comunicación a fin de minimizar los conflictos derivados de esos factores; utilizar técnicas  y dinámicas grupales para la resolución de problemas, siguiendo los pasos y las herramientas de análisis para cada etapa de la secuencia; promueve la reflexión de la propia práctica  la autoevaluación para revisar la marcha del proceso en la consecución de los objetivos, además de los resultados.
Un elemento clave para lograr el trabajo colegiado es la comunicación, ya que un buen gerente cumple un papel importante como articulador   y enlace entre las diversas instancias que componen la compleja red en una organización. A su vez las fallas en la comunicación interpersonal y organizacional, como por la ineficacia en el manejo de los canales y medios para dar y recibir información, representan barreras comunicacionales, al momento de aclarar posicionamientos diversos, negociar la distribución de responsabilidades.
Según Mintzberg (1999) afirma que para alcanzar una mejora sustancial en el manejo de la comunicación e información se debe: presentar la información en forma concreta y  clara; dar a conocer la información que afecta a los diferentes sectores; seleccionar un sistema ágil   y eficaz para transmitir la información; establecer canales claros de comunicación para que la información circule; asegurarse de que todos los sectores implicados reciban la información al mismo tiempo.
Lograr en una organización buenos sistemas de comunicación, que permitan contar con suficiente información para detectar y comprender el origen de posibles ejes de tención, es considerado importante por los líderes de toda organización. En ese sentido, si la información o datos no se entregan al colectivo en tiempo y formas para su socialización, no se logrará producir los procesos de reflexión y participación de los actores  y por ende prima la interpretación subjetiva  para la toma de decisiones.
 El proceso de comunicación dado en una organización, tiene que ver con la estructura de relaciones   y vínculos de influencia entre los participantes o actores de la organización.


  
                  REFERENCIA BIBLIOGRAFICA
         

FRIGERIO, Graciela y POGGI, Margarita (2oo2). Las Instituciones Educativas, Cara     
         Ceca. Buenos Aires. Troquel.

FULLAN, Micael y HARGREAVES, Andy (2oo4). La escuela que queremos. Los 
         objetivos por los que vale la pena luchar.  Buenos Aires. Amorrortu.

GOLEMAN, Daniel (2OO2). El líder resonante crea más. El poder de la inteligencia
           emocional.  Buenos Aires. Plaza Janéz.

MINTZBERG, Henry (1999). El poder en la organización.  Barcelona. Ariel.
RODRÍGUEZ, Dario (2oo1). Gestión organizacional. Santiago. Ediciones Universidad  

           Católica de Chile.

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