lunes, 29 de junio de 2015

Unidad III.- Procesos individuales y grupales que expresan el Comportamiento Organizacional.

UNIVERSIDAD NORORIENTAL PRIVADA “GRAN MARISCAL DE AYACUCHO”
UNIVERSIDAD VALLE DEL MOMBOY.
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
PROGRAMA DE MAESTRÍA
MENCIÓN GERENCIA EDUCATIVA.
BARINAS EDO. BARINAS.







Resolución de Conflictos.

 

 Participante:
Campos, Rosis.
Sección "A"


        


Barinas, 29 de junio  de 2015.


Resolución de Conflictos.

El conflicto laboral se define como el altercado entre un grupo de empleados (o un empleado) y un empresario o varios empresarios en las relaciones laborales, o un empleado con algún compañero de la misma empresa.  Hay formas de resolver este tipo de conflictos y van en función de la asertividad (conseguir objetivos propios) y la cooperación (ayudar al otro en sus metas).
Al respecto, Milkovichi (1991; 581), el conflicto debe dirigirse de manera que se protejan los derechos de los empleados. Además de los aspectos disciplinarios, pueden surgir conflictos en el trabajo por diversas razones: Acoso sexual, quejas de igualdad de oportunidades, disputas sobre promociones, salario, admisión a programas de formación. Algunas organizaciones han diseñado  procedimientos que proporcionan un mecanismo para que los empleados y los directores expresen sus desacuerdos.
       Los empleados que pertenecen a un sindicato negocian de forma colectiva algunas de estas disputas y toman otras a través de procedimientos formales de agravio.
Es importante señalar que: los conflictos son inevitables y se presentan frecuentemente hasta en las mejores empresas; éstas podrían actuar como catalizador para mejorar los desempeños de las organizaciones. De allí que pueda definirse como la tensión que un individuo mantiene al estar sometido a dos o más fuerzas que se excluyen mutuamente. En esta línea afirma Escudero (1992; 27) que “el conflicto y las posiciones discrepantes pueden y deben generar debate y  servir de base de lucha ideológica y  articulación de prácticas sociales y educativas liberadoras”.
 El conflicto puede aparecer a distintos niveles:
·        A nivel verbal (por ejemplo, un individuo que desea decir la verdad pero tiene miedo de ofender).
·        A nivel simbólico (cuando se dan dos ideas contradictorias), o
·        A nivel emotivo (una impresión fuerte causa reacciones viscerales incompatibles con la digestión).
En el mismo orden de ideas, se puede decir que el conflicto puede actuar como una fuerza positiva o negativa, de modo que la dirección de una empresa no debe esforzarse en que desaparezca, sino eliminar a los que afecten negativamente a los esfuerzos que la organización dedica a alcanzar sus objetivos.
Los conflictos se pueden definir en función de los efectos que produce en una organización; desde este punto de vista los conflictos pueden ser funcionales y disfuncionales.
·           Conflicto Funcional: Es una confrontación entre grupos que resulta positiva para el rendimiento de la organización. Por ejemplo, puede desatarse entre dos departamentos de un mismo hospital con respecto al sistema más eficaz para prestar atención sanitaria a las familias de renta baja del medio rural. Ambos departamentos están de acuerdo con respecto al objetivo, pero no en cuanto a los medios para alcanzarlo. Cualquier que sea la solución, lo probable es que las familias de baja renta del medio rural reciban mejor atención medica cuando se resuelva el conflicto. Si en las organizaciones no se produjeran conflictos de este tipo, habría pocos motivos para introducir cambios y la mayoría de los grupos llegarían a una situación de práctica inactividad.
·      Conflicto Disfuncional: Es cualquier confrontación o interacción entre grupos que perjudica a la organización o impide que esta alcance sus objetivos. La dirección debe tratar de eliminar los conflictos de este tipo. Un conflicto beneficioso se torna a menudo perjudicial. En la mayor parte de los casos es imposible el identificar con precisión el momento en que un conflicto funcional se convierte en disfuncional. Un nivel idéntico de tensiones y conflictos, que da lugar a que un grupo avance de forma saludable y positiva hacia sus objetivos, puede resultar perturbador y disfuncional en otro grupo (o incluso en el mismo grupo en otro momento). La tolerancia de un grupo con respecto a las tensiones y conflictos también puede depender del tipo de organización a la que sirve. Los conflictos disfuncionales pueden afectar negativamente al rendimiento de personas, grupos y organizaciones.
En la actualidad, los gerentes deben enfrentarse regularmente con dos clases de conflictos que ocurren en los niveles grupal e individual.
·      El conflicto entre grupos, suele tener que ver con cambios en las políticas, prácticas y estructuras corporativas que sitúan a las unidades de trabajo del mismo negocio en lugares opuestos. A medida que las metas corporativas y la dirección estratégica cambian, es común encontrar que subgrupos de la misma compañía se opongan entre sí sobre cómo lograr los resultados deseados.
·      Otra clase de conflicto al que todos los gerentes se enfrentan es el conflicto entre personas. A diferencia del de grupos, éste ocurre a nivel individual. Es la tensión que surge entre individuos en una organización debido a las diferencias filosóficas y de percepción de la manera en que se debe llevar a cabo el trabajo, además de metas personales opuestas.
En conclusión se puede decir que:
1. Las actitudes, valores y estilos de las personas son las determinantes para el desenlace positivo o negativo del conflicto.
2. Los conflictos no necesariamente dañan el funcionamiento de una organización o evitan que sus integrantes sean eficaces.
3. Todos los niveles de conflicto (Intrapersonales, Interpersonales, Intragrupales e Intergrupales) se ven afectados de alguna manera por el sistema de percepciones individuales.
4. El adecuado manejo de las situaciones conflictivas (administración del conflicto) conduce a favorecer el clima organizacional y los resultados del trabajo a partir de los estilos asertivos y de cooperación que se empleen.
5. El conflicto involucra de manera objetiva el mundo afectivo y cognoscitivo del hombre, y gana terreno además en sus proyecciones y expectativas individuales y laborales.



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